miércoles, 13 de diciembre de 2017

"El Mito de Sísifo"-Albert Camus


Albert Camus fue un novelista, ensayista, dramaturgo, filósofo y periodista francés nacido en Argelia. Las concepciones de Camus se formaron bajo el influjo de Schopenhauer, de Nietzsche y del existencialismo alemán.

Contribuyó con la conformación del pensamiento filosófico conocido como absurdismo. Se le ha asociado frecuentemente con el existencialismo, aunque Camus siempre se consideró ajeno a él.2​ Pese a su alejamiento consciente con respecto al nihilismo, rescata de él la idea de libertad individual.

Formó parte de la Resistencia francesa durante la ocupación alemana, y se relacionó con los movimientos libertarios de la posguerra. En 1957 se le concedió el Premio Nobel de Literatura por «el conjunto de una obra que pone de relieve los problemas que se plantean en la conciencia de los hombres de la actualidad».


                                                 


En la primera parte del fragmento (líneas 1-8) aparecen indirectamente las siguientes preguntas: ¿Vale la vida la pena? ¿Es mejor la vida o el suicidio? Camus dice que responder esta pregunta es trabajo de los filósofos, debe predicar con el ejemplo. A continuación (9-13) describe el sin sentido de la vida, describe el sin sentido de la vida y con ello la rutina vital que adquirimos. Y es que tras la rutina surge siempre la pregunta del ‘por qué’, ¿por qué estoy haciendo lo que hago? ¿Vale la pena? En la tercera parte de la obra (14-21), en la que se detalla acerca del cansancio, estando este provocado por la repetición (la rutina). Tras el cansancio y la pregunta del ‘por qué’, viene la consecuencia del suicidio. Finalmente, la última parte (22-25) recalca que somos esclavos del tiempo y del porvenir, es decir, vivimos en el mañana. No nos centramos en el presente, sino en el futuro como que vivimos continuamente en un futuro que no existe.
El autor intenta expresar cuál es el verdadero sentido de la vida y cuál es el verdadero lado de lo absurdo y del mal. Él mantiene que nuestro deber es ayudar a la disolución del mal, ya que ver a un niño solo y atormentado es un elemento absurdo de la existencia humana, la representación del mal, el dolor y la muerte. Esté propone que el individuo debe preocuparse por los demás.

En definitiva, defiende que tenemos que negar el suicidio, y trabajar por una sociedad más justa, para ayudar a los demás ayudándonos a nosotros mismos. No podemos estar siempre mirando por nosotros mismos si no también mira el bien por los demás y prestar la ayuda que necesite 

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